lunes, 18 de enero de 2010

Entonces... (v. 1.0)


Óscar Wilde: "A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante."

Está sin terminar, y quizás no lo termine, y quizás nunca se lo envíe a quien debo enviarlo, pero siento la necesidad de compartirlo.....

Entonces... si aún fuera entonces, como un presente, un regalo, un instante de tiempo envuelto en sonrisas, tu sonrisa, esa, la de entonces, que tanto me hizo sonreír, y mirar, mirarte, mirarte como te miré entonces...

Ha pasado tiempo desde entonces.

Han pasado el tiempo, los instantes y tú. Ha pasado todo, por encima, sin rozarme apenas, sin tocar, como pasan los instantes si no los miras, casi no te das cuenta de que están ahí cuando ya pasaron, miras por el rabillo del ojo ese instante que se escapa por la ventana, no lo alcanzas y justo en ese momento el instante es otro, sin nombre, sin rostro, y sin tus ojos para hacerlo eterno.


La vida es una sucesión de instantes marcados en la regla de la memoria, escritos con el lápiz de los sentidos. La vida son los instantes que conseguiste mirar a tiempo y se quedaron contigo, para siempre, y dejaron su huella como una marca de agua, indeleble, como un tatuaje en la piel del alma, y duelen. Duele como entonces, como todos los entonces que aún duelen, y el dolor se queda mientras los instantes se van, se van sin su dolor, que ahora es tuyo, como el olor de otro impregnado en tu abrigo...


Y no, no es momento de hablar de alegrías...


Colecciono instantes que duelen, los guardo sin mimo, pero no se estropean, duelen más que el primer día. Los guardo en un cajón, sin cuidado, sin mirarlos, los cambio de sitio, los tiro, pero vuelven, con su dolor y con su todo. Y cuando vuelven vuelven para doler, más....

Ha pasado tiempo desde entonces.

Y quizá no te acuerdes, pero tengo una rosa, una rosa rosa, de papel prensado, una rosa de mentira; y esa rosa rosa, pegada a tu sonrisa, sin olor, sin sabor, está siempre ahí, recordándote continuamente, y cuando la huelo huele a ti, y cuando la toco te toco a ti, y cuando la veo, te veo, cuando la miro, te miro, y esa rosa rosa, es una marca en la regla de mi memoria, es la marca que, continuamente, tic, tac, tic, tac, otro instante que se va, continuamente decía, aunque no la mire, aunque no la huela, aunque no la toque, continuamente es entonces, es el momento en que, sin darme cuenta, apenas por el rabillo del ojo, pude poner tu rostro a un instante, justo antes de que se fuera doblando la esquina, como tantos otros perdido en la marea del tiempo, y ese instante, apenas una brizna de tiempo, un segundo con rostro, ese entonces, sólo ese, ningún otro, con tu sonrisa y tu cara y tu todo, y desde entonces, es el momento en el que empecé a amarte.... Y duele.

Ha pasado tiempo desde entonces...

5 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con la frase de Oscar Wilde...
    Te queda la opción de mirar la rosa rosa y recordar buenos momentos; y aunque las cosas no salgan lo bien que esperas te quedará el grato recuerdo de lo vivido!

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  2. No es cuestión de esperar, es cuestión de sentir, si el corazón se especializara en esperas, sería la sala de la consulta del dentista o el purgatorio, nada que ver con el smoland de Ikea!!

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  3. Envíaselo, será lo más bonito que le hayan escrito en la vida, me juego el cuello, porque no es bonito de ñoñeces, es bonito de verdades y sentir. Un saludo.

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  4. Se lo dije Yadoi, pudo haber funcionado, pero al final no, gracias por tu comentario...

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